9 tips para trabajar y convivir
con niños traumatizados
Ofrecer una respuesta coherente, predecible al patrón por el día. Asegurarnos que el niño conoce el patrón del día (las actividades que en el dìa se llevan a cabo “su rutina”) y si habrá algún cambio hacerselo saber e igualmente explicarle que estos sucesos pueden pasar.
Ser cuidadosos, dar consuelo y afecto, pero asegúrese de que se trata en un contexto apropiado.
Como primer paso ser afectuosos cuando el niño lo busca ya que debemos tomar en cuenta que el abuso esta asociado con la confusión, el dolor, el miedo y el abandono.
Tener cuidado con el vocabulario que empleemos con
ellos ya que el decir “dame un beso” puede causar
mala impresión en ellos.
Establecer las normas y las consecuencias claramente así como también utilizar el refuerzo positivo y las recompensas.
Hable con el niño.
Hablar con el niño dándole información adecuada a su edad. El niño debe entender quièn, què, dònde, por qué y cómo funciona el mundo adulto. Desarrollar un ambiente de confianza siendo honesto ayuda en la comunicación con el niño.
Ver de cerca para detectar signos de recreación (por ejemplo, en el juego, el dibujo, comportamientos), la evasión (por ejemplo, se retira, soñar despierto, evita otros niños) y la hiperreactividad fisiológica (por ejemplo, ansiedad, problemas de sueño, impulsividad conductual).
Estar atento cuando los niños presenten algún síntoma ya que puede ser que el niño mediante una situación o actividad haya recordado el evento.
Proteger al niño.
Dele al niño opciones y cierto sentido de control.
En alguna actividad o situación darle al niño la oportunidad de control y de esta manera el podrá sentirse cómodo, seguro y capaz de llevarlo a cabo.
Si usted tiene preguntas, pedir ayuda.
“El conocimiento es poder” Tomar en cuenta que lo importante de esta situación es llevar a cabo la buena orientación del niño, su apoyo y cariño. Tomar y hacer nuestro todos los recursos necesarios a los cuales podemos tener acceso y acudir.
